El título no es muy ortodoxo, pero esperamos que nos permitan una licencia "mundialista". Lo cierto es que "el jefe" es un agente de comunicación clave en una organización y cuando no tiene desarrolladas sus competencias comunicacionales nos hacen la vida muy difícil a empleados, colaboradores y asesores. El reconocido investigador de Harvard, Robert Sutton, está publicando en su
blog una serie de posts sobre los malos y los buenos jefes. En su post de este mes postula que muchas veces los jefes viven en un limbo, en una nube, totalmente ajenos a lo que realmente sucede con sus subordinados. Según él hay tres tendencias en los jefes que derivan en este despiste: tender a creerse mejor de lo que son, no prestar la suficiente atención a sus subordinados, castigar al que trae malas noticias (lo que por supuesto deriva en que quienes trabajan para él no sientan la confianza de decirle lo que verdaderamente sucede). Cualquier parecido con la realidad del lector no es mera coincidencia...
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