Nosotros no lo creíamos posible, nuestros amigos consultores nos miraban con asombro y duda: “¿están seguros que los empleados van a ir?”. Y sí, fueron y lo pasamos todos espectacular. Una vez más comprobamos eso, que aunque ya lo sabemos, siempre nos maravilla: no conocemos casi nada de quien trabaja a nuestro lado ocho horas diarias y queremos conocerlo más. Juegos, rol-playings y actividades de todo tipo contribuyeron a mirar al compañero con otro interés, fortalecer el espíritu de equipo, reforzar los valores de una cultura de empresa enfocada en el servicio al cliente, y comenzar el año con una nueva energía y motivación. Felicitaciones a estos directores de empresa audaces, que apostaron a generar un buen clima desde el arranque del año.
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