Vinculaciones y desvinculaciones

Este es un buen mes para iniciar y cortar vínculos en las empresas. En la cultura uruguaya, una vez que pasó la Semana de Turismo (Semana Santa), no hay más excusas, el año comienza y surge la necesidad de plantearse las metas del año y renovar el equipo que nos ayudará a lograrlo. El inicio del vínculo con la empresa debe tratarse con el mismo cuidado que en la pareja. Es la época del 'enamoramiento', de la conquista. La seducción debe comenzar desde el aviso en el diario y se debe cuidar al máximo esos primeros momentos en la empresa. Esta es la época más fértil para plantar las bases de una comunicación efectiva. Es el momento de hablar de responsabilidades, de expectativas, de metas, de valores. El manual, el video, DVD o el CD-ROM de inducción, son buenas herramientas. La recorrida por toda la empresa, la foto del nuevo integrante en el comedor o la presentación en la publicación interna son buenas estrategias. Sin embargo, nada sustituye a una buena y franca charla con el supervisor y el equipo de trabajo.

El momento de la desvinculación también puede ser visto como un matrimonio que se termina. En ese caso hay que hacer las cosas de la mejor manera posible para que 'no sufran los hijos'. En el caso de terminar la relación con la empresa, también hay que cuidar al equipo, a los jefes, a quien se va y a quien se queda. Cómo se va la gente, también comunica cómo es la empresa. La gente no debería irse sin pena ni gloria. Si se va buscando otros caminos por propia voluntad, hay que despedirlo con alegría y desearle suerte. Si se va porque es su momento de retiro, hay que reconocerlo, agradecerle lo brindado. Si se va por alguna conducta que la empresa reprueba o porque no dio la talla con lo esperado es importante que esa persona en ese momento también se sienta respetada y en este caso es fundamental que el resto reciba el mensaje fuerte y claro: "en esta empresa no aprobamos X conducta" o "esperamos X cosas de nuestros colaboradores". Y como siempre que transmitimos mensajes delicados, lo escrito y mediado debe complementarse con el encuentro cara a cara y personal.