12 jun. 2009

¡Benedetti hasta en la verdulería!

Cuando nos hablan de poesía y literatura tal vez nos imaginamos grandes bibliotecas con libros o cafés con intelectuales, pero en realidad si observamos detenidamente a nuestro alrededor vemos que se encuentra en todos lados. Lo pude percibir con mayor claridad el mes pasado a raíz del fallecimiento de Mario Benedetti, cuando en mi MSN y Facebook muchos de mis contactos, que poco se relacionan con la literatura, brindaban tributo a este escritor publicando versos de sus poemas o creando grupos en su memoria. Pero mayor fue mi sorpresa cuando en mi celular comenzaron a llegar mensajes con extractos de sus poemas más conocidos. Ello demuestra que la poesía no sólo está en los libros y que no sólo pertenece a un grupo de intelectuales, sino que se encuentra en todos lados: en el cantante del ómnibus urbano, en los graffitti de los adolescentes y hasta en la oficina donde pasamos largas horas de nuestras vidas y se tejen historias interesantes. Benedetti no fue ajeno a ello al escribir “Poemas de la oficina”, donde podemos encontrar imágenes siempre vigentes:
“Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras. (…)”
Para demostrar que la poesía no está presa en los libros publicamos una fotografía de la pizarra de un verdulero de barrio, donde todos los días escribe una frase o verso, en este caso fue en homenaje a Benedetti. Fernanda Falcone Pino.

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